Punta Cana
Lenguaje
Lenguaje de Punta Cana
El lenguaje de Punta Cana es un alegre y humorístico mosaico, producto de fusiones lingüísticas insospechadas. En cualquier caso, estimamos que no tendrás dificultades a la hora de comunicarte con los locales, solicitar un coctel al bar tender, o señalar una dirección al taxista de turno. Si no tienes buena relación con el castellano bien que puedes hacer uso de algunas palabras básicas en inglés, aunque es de conocimiento público que el idioma predominante en las Antillas es el español.
Así pues, te recomendamos eches un vistazo a este artículo y nos sigas en esta breve mirada al pasado del lenguaje de Punta Cana, no sea que alguien te diga cosas como “¡Anda pal carajo!”, “ve al colmado”, “agachapate” o “ajolá”, y no entiendas ni “J”…, no te dejes meter cuento, mejor síguenos en cada una de las siguientes líneas para que más o menos entiendas de qué va la cosa, especialmente, con los modismos o expresiones típicas de la zona.
A continuación, observemos algunos antecedentes de este lenguaje. En lo que respecta a lenguas ancestrales, el taíno es la lengua que se hablaba en todas a las Antillas Mayores y que hoy ya está extinta, si regresamos un poco a los libros de historia observaremos que Colón y su pandilla se las vieron con esta primera realidad lingüística; puede entenderse entonces que esta lengua se fusionó con la española otorgando importantes vocablos que hoy perviven en todo el español.
Debe anotarse que el español dominicano aún hace uso de arcaísmos, por eso te las verás con algunas palabras como brega, carátula, malmara, anafe, entre otras. De los indigenismos, es decir, palabras propias de los primeros pueblos nativos de América que se han mantenido intactas, tenemos algunos como ají, canoa, colibrí, daiquiri ―por si tenías dudas sobre esta deliciosa preparación puedes saber que tiene origen indígena—, manatí, maracas, tabaco, hamaca, huracán, carey, caimán, etc.
Te recomendamos que aprendas algunas otras palabras para que no te tomen con la guardia baja los modismos dominicanos, o sea, las expresiones más típicas y populares que usualmente no se pueden tomar en toda letra y literalidad:
•Bandera dominicana: lo sirven en los restaurantes y lejos de ser el pabellón patrio, se refiere a un sabroso platillo con el sello de la casa.
•Dímelo: es una pregunta, en ella te indagan por el cómo estás o preguntan qué tal te va.
•Guapo: si se ponen guapos no es que se esmeren por su apariencia es que francamente has enojado a alguien.
•Jablador: cuidado con éstos personajes, dícese en dominicano de los que gustan de los mitos y las leyendas, o sea, de los muy mentirosos.
•Yolas, conchos, guaguas: son nombres para señalar transportes públicos.
•Andá: una expresión de lamento o pena, justo como decir ¡qué lamentable!
•Colmados: No hay porqué confundirse, básicamente esta expresión es usada para señalar tiendas de abarrotes, tiene sentido con el participio de abarrotar: «abarrotado», o lugar lleno de víveres.
La lista se restringe a un puñado de ejemplos, las situaciones lingüísticas que pueden parecer ajenas y muy cómicas abundan en variedad y en formas… algo de magia caribeña también tiene la imaginación de la palabra hablada en Punta Cana. En ese sentido, y por último, los colombianos que no se sorprendan al observar modismos dominicanos muy comunes en su tierra, tales como bacano, ahorita, carajo, dominicanada ―suena a colombianada, ¿no?—, etc.

